Recomendaciones básicas para cualquier primeriza
Si te encuentras ahora embarazada o acabas de dar a luz por primera vez, seguro que te hallas muy feliz, pero también llena de dudas y temores respecto al cuidado de tu bebé. Por eso, ahora queremos ayudarte. ¿Qué vamos a hacer a continuación? Pues darte una serie de recomendaciones básicas para madres primerizas, que te van a ser de gran utilidad para afrontar el nuevo rol que tienes. Sí, para que estés tranquila porque tu pequeño va a encontrarse perfectamente en tus manos.
¿Preparada para tomar nota? Aquí tienes nuestros consejos más significativos:
El baño del bebé
La higiene es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta para conseguir que tu hijo esté en perfecto estado. Por eso, hay que bañarle adecuadamente. Y esto lo debes realizar teniendo en cuenta, en primer lugar, una norma básica: no es necesario que le bañes todos los días. Será suficiente con dos o tres veces a la semana.
No obstante, eso no quita para que, a diario, tengas que hidratarle la piel, limpiarle el culito con las toallitas cuando haga pipí o caca e incluso también hacer que sus manos estén libres de suciedad.
De la misma manera, sigue a rajatabla estos otros consejos:
- Cuando vayas a bañarle, ten al lado todo lo que vas a necesitar.
- Es imprescindible que el agua esté a la temperatura adecuada y también la habitación en sí, para que así ese momento le resulte satisfactorio.
- Jamás dejes, aunque sea unos segundos, solo a tu bebé en la bañera.
- Opta por bañarle siempre a la misma hora, pues así irá adquiriendo una rutina que le ayudará a relajarse.
La ayuda será imprescindible
Parece que a muchas madres, especialmente a madres primerizas, les presiona el hecho de ser las mejores, las que nunca se equivocan respecto al cuidado de sus hijos, las que pueden con todo…Quieren ser supermadres y eso es un error.
Si a ti también te agobia el no estar a la altura, quítate esa idea de la cabeza. Eres un ser humano y como tal cometerás fallos, porque es la primera vez que te enfrentas al cuidado de un bebé. Por eso, no te “fustigues” si te equivocas o te sientes desbordada, es lo normal.
Lo que debes hacer es pedir ayuda cuando la necesites y sin sentir vergüenza de ningún tipo, todo lo contrario. Lo estarás haciendo por el bien de tu pequeño.
El cordón umbilical
Durante los primeros compases de vida de tu bebé es fundamental prestarle mucha atención al cordón umbilical, que deberás cuidar de manera exhaustiva en pro de que pueda curarse adecuadamente. Por eso, a diario le debes aplicar alcohol con un gasa, evitar que esté húmedo y vigilar que evoluciona de la forma adecuada.
Si ves que desprende muy mal olor o adquiere un extraño color, no dudes en llevarlo al pediatra.
Sus llantos
Una de las cosas que más te puede estar estresando son los llantos, tanto porque no paren como por no saber a qué se deben. En este caso, es fundamental que seas consciente que, por regla general, hay cuatro motivos por los que llora un bebé: tiene frío o calor, cuenta con el pañal mojado, tiene sueño o posee hambre.
Por eso, cuando tu pequeño se ponga a llorar procede a analizar cuál de esas cuatro razones le pueden estar llevando a hacerlo. De esta manera, podrás encontrar fácilmente la solución. No obstante, si sigue con su llanto puede ser que necesite mimos o que esté enfermo. Por eso, si después de cogerle en brazos y acariciarle, sigue llorando comprueba si tiene fiebre o dale masajes, por si se trata del cólico del lactante.
En el caso de que después de todo eso no haya funcionado nada, puede ser que necesites acudir al médico.
El sueño del pequeño
De cara a que tu hijo pueda dormir convenientemente y tú también, por tanto, debes tener en cuenta ciertas recomendaciones que te ayudarán al respecto:
- Es importante que hasta los seis meses, como mínimo, duerma en el cuarto de los padres para que así estos puedan estar más vigilantes.
- Se hace necesario que la habitación esté a oscuras, libre de ruidos y a una temperatura agradable.
- Siempre hay que colocarlo en la cuna boca arriba, pues esto contribuye a reducir los riesgos de que sufra lo que se conoce como muerte súbita del lactante.
- No te olvides de aprovechar cuando tu hijo duerme para hacerlo tú también. Sí, necesitas descansar así que no te pongas a hacer trabajo o tareas de casa porque piensas que debes aprovechar el tiempo. En pro de tu salud y del mejor cuidado del pequeño, tú también tienes que dormir así que lo primero es lo primero.
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